viernes, 6 de junio de 2008

Una de inventos


Entre los muchos inventos que aún están por inventarse, hay varios que se me han ocurrido a mí. Es guay poder ser así de arrogante, a veces.

Uno de ellos es el congelador de momentos. Suena a perogrullada, ¿eh? Espera, verás.

El invento tiene que poder guardar absolutamente todo lo que podemos percibir en un momento dado, almacenarlo de alguna manera que aún tengo que imaginar inventar también, y ser capaz de reproducirlo para nosotros cuando queramos. Pero no para verlo desde fuera, sino para metérnoslo en el cuerpo y revivirlo como presente. ¿Casi nada, eh? Como casi toda teoría, se entiende mejor con un ejemplo.

Imagínate poder congelar y conservar tu sensación física, lo que te pasaba por la cabeza, la temperatura del ambiente, los olores que percibías, lo que estabas tocando y tu grado de satisfacción contigo mismo (¿felicidad?) en ese momento en el que

...sentiste que necesitabas besar a esa persona.
...viste a tu hijo por primera vez.
...te lanzaste a hacer aquello que pensaste que nunca harías.
...

A veces se nos olvida el porqué, el cómo o el de qué forma hicimos esto o aquello. (Comienza música de teletienda, sábado de madrugada). Con el congelador de momentos, eso no ocurriría. No nos arrepentiríamos de algunas cosas del pasado, porque volviendo a recuperar las mismas circunstancias sabríamos que actuaríamos igual en el momento. No se nos olvidaría por qué somos como somos, porque podríamos revivir esos momentos cruciales en los que el paso que das cambia la dirección de tu destino, y saber que tomamos el paso correcto para nosotros, en ese momento.

A lo mejor dejaríamos sin trabajo a muchos psiquiatranueropsicólogos, pero, ya sabes, la revolución industrial hizo lo mismo con los obreros de las fábricas hace 150 años. ;)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

que ociosidad, chango baboso
anda a picar mierda y còmetela
a lo mejor aportas en algoa la humanidad

mamòn

L o L i T a dijo...

Despues de estas dulces palabras, ánonimas y valientes, con más ganas te digo que cuando necesites un plan de puesta en el mercado cuentes conmigo! :)
Yo pondría bastante énfasis en lo de olores de sitios y personas, música, sensaciones...pero que sea un invento de uso estacional eh? Que lo bueno bueno será crear las circunstancias repetir o mejorar aquellos recuerdos que te quitan el sueño!

P.D.: me ha caido bien el anónimo este, eh? Podemos llamarle "ano" :D será un gilipollas pero acentua, pa' el otro lao, pero acentua!!!

L o L i T a dijo...

Oye? Ano firma como mamòn :) xq entonces además de culto es sincero, me gusta más!

Debster dijo...

Esa maquina ya existe, se llama memoria, no es material pero está ahi... con los recuerdos puedes apreciar todo eso que describes... si te concentras un poquito lo consigues... no dejeis que se oxide!
Muaks!

Jose, a secas dijo...

Hola Charlie. He llegado desde el blog de Lolita. Creo que también me quedo por aquí e incluyo tu blog en el blogroll de mi bitacora personal.

Un saludo ;)

Mara Islandia dijo...

Estás hecho todo un Da Vinci. ¿Has visto la peli "cashback"? No es un peliculón, pero está entretenida, y justamente habla de congelar momentos, aunque creo que de un modo menos evocador que el de tu invento.

Yo te lo compraría, me vendría genial para mi amnesia selectiva.

:)


Rage against the machine. Pobres psicoanalistas y demás enfermos.

Mara Islandia dijo...

Algunos anónimos son de lo más gilipollas, además de adolecer de graves faltas de sintaxis.

Charlie dijo...

A mí me encantan los insultos latinoamericanos. Analicemos:

"Qué ociosidad" -ahí se ve auténtico arte, nuestros primos de allí tienen un rico vocabulario.

"Chango baboso" -no sé lo que es un 'chango', pero seguro que nada bueno.

"Anda a picar mierda y comètela" -claramente es cocinero, y chef francés a juzgar por la tilde.

"A lo mejor aportas en algo a la humanidad" -aquí ya se jodió, no es aportar en algo sino aportar algo, una pena.

Un saludo, "mamòn", gracias por perder tu tiempo aquí. :)

Anónimo dijo...

A mi me gustaría congelar un momento muy especial: Ese en el que sientes un escalofrío de placer recorriendo tu espalda y una ligereza que proviene de lo más profundo de tu ser como resultado de aplastar una burbuja de plástico de embalaje.

L o L i T a dijo...

jaaaaaaaaaaaajaaaaaaaaaaa...
Bullx, gui lof yuUUUUUUU