lunes, 22 de septiembre de 2008

...y reacción

Barcelona. Hotel Silken Diagonal. 23:55. Internet gratis en la habitación, sí, pero a velocidades de hace años. ¿Alguno recuerda tener que esperar de verdad a que carguen las páginas? Me refiero a que puedes ir al baño, o ver media canción de un tío con pinta extraña imitando de forma rídicula a Kylie Minogue en Factor X, y aún no hay nada en la pantalla... Un coñazo.

En fin, hoy me he levantado a las 4:55 de la mañana. Para llegar a Barcelona a las 8 y pico. Un poco más y me compensa venir en coche vamos. Odio los controles de seguridad de los aeropuertos y, lo siento, a todo el que trabaja en cualquier punto de la cadena de humillación pagada por nosotros en teoría por nuestra seguridad... "Quítese la chaqueeeeta señor y póngala aquí en una bandeja. Tenga, tenga, rápido. No señor, el portátil tiene que ponerlo también. Abralo. Saque el ordenadooor y póngalo aparte. ¿Cinturón lleva? Reloj, llaves, móvil... Coja, coja otra bandeja." Ahí me tocó las narices ya. "Deje deje que aún no tengo tres manos para tres bandejas." A la chica que iba delante mío, que salió airosa del trance, la estaban esperando y la hicieron descalzarse y parecer una niña pequeña en el suelo frío durante unos minutos.

Todo el lío que tenía montado el otro día ha explotado maravillosamente hoy en el dichoso curso de formación (véase "Acción" más abajo), como era previsible. Pero no ha habido muertos, algo es algo. Ya veremos qué tal acaba todo...

Y sobre la boda, el sábado, pues estuvo genial. Como todo el mundo ha ido a bodas os ahorraré una descripción pormenorizada que no me interesa ni a mí. Al final no leí discurso (me rajé cobardemente), pero me asignaron una sencilla frase entre familiares de la novia, que hablaba del talante, simpatía y amistad o algo así de mi hermano. Me dijeron "lee eso cuando te toque, donde pone Carlos". Parecía sencillo. Cogí aire, decidido a que se me oyera entre aquellas niñas con voz de ratilla emocionada que me precedían y seguían, y leí bien, con fuerza, con carácter. Claro que siempre hay un pero.

Me podían haber dicho que tenía que decir al final "roguemos al señor" (que NO venía escrito) porque los 2 segundos de silencio y la mirada gélida de la novia desde el altar (que significaba "LA ESTAS CAGANDO CARLITOS!!!") se me hicieron eternas. El curita me echó un capote ("Rogamos al señor") con tono de "menudo pringado el hermano del novio..." y a mí no se me ocurrió otra cosa que salir del paso con un "le rogamos", porque desconozco por completo los formalismos cristianos. Por la megafonía de toda la iglesia. Jaja, podría haber dicho everybody in da house o algo así y habría quedado igual de bien. O igual de mal vamos.

En fin, volveré en el Ave para estrenar el Barcelona-Madrid y ahorrarme las colas infumables de seguridad del aeropuerto, eso sí. A ver qué tal mañana. Saludos hacia vuestros puestos de trabajo y hogares habituales, desde una habitación requetefashion en Barna demasiado molona para no compartirla con nadie. El tal micky ese de Factor X tiene cara de travieso pasado de moda, debería trabajar en el control de seguridad para putear a la gente.

Para Lapsus Cerebralis, desde Barcelona, vuestro tarado habitual. ;)

jueves, 18 de septiembre de 2008

Acción

(Esto me pasa por escribir un alegato del bostezo el otro día, claramente. El karma, la ironía del destino o la dichosa ley de Murphy se ríen de mí.)

Es curioso cómo las personas sabemos complicar las cosas aparentemente sencillas, especialmente en entorno laboral. Se trata de cerrar un curso de formación en Barcelona, que impartiremos este vuestro humilde anfitrión y un agradable hombre belga de nombre Yves , que evidentemente tiene que venir de Bélgica. El lunes. Mis interlocutores en Barcelona: un italiano y un inglés.

El objetivo: dejar todo atado para que el Lunes cuando vayamos, las cosas funcionen y podamos darles su curso práctico (en el argot, hands on training) en lugar de aburrirles con infumables horas mirando un proyector con contenido teórico. El proceso hasta lograr todo esto: un auténtico, genuino, esperado y temido coñazo.

Si es que la cosa ya empieza de chiste: van un belga, un inglés, un italiano y un español... Ahora que lo pienso hay otro actor involucrado, un holandés que firma los mails con C. apellido con lo que cuando le contesto no sé cómo refererime a él, y cuya función es activar todo en remoto. Así que llevo un semana de: cruce de mails, esperar respuestas, llamadas, se lo pregunto a éste, reenvíos de correos con "mira a ver si te puedes encargar de esto tú" delante de tu texto, balones fuera con "No, si eso ya lo sabe XXXX, habla con él", confirmación de la confirmación de la preconfirmación de fechas, horarios, aviones, hoteles, aves, documentación, pollo con patatas. Esa última era para ver si seguías atento. ;)

Básicamente hay mil cosas en el aire aún, con un solo día laboral disponible (que encima es Viernes), una boda de mi hermano en Albacete de por medio, la vuelta a Madrid y volar a Barcelona a horas intempestivas, dormir en algún hotel encontrado por Internet, hablar inglés y español durante dos o tres días, volver siendo yo, y habiendo dejado al italiano e inglés contentos (más lo que me encuentre allí que no conozco aún). Respiremos, es imposible tenerlo todo atado de antemano. Y qué fácil es tenerlo todo desatado en cambio.

Hay semanas que parecen años en las que no ocurre nada, y hay momentos en los que se comprime el tiempo para hacer, o al menos intentar hacer, mil cosas a la vez. Digo yo que los sucesos interesantes podían estar repartidos todo el año, no apelotonados en cinco días, como una camada de gatitos que aún no han abierto los ojos.

Maldito Murphy.

martes, 16 de septiembre de 2008

Bostezo

Diez y seis minutos de la mañana. Oficina. Vemos el planeta Tierra desde el espacio. Zoom infinito hacia Europa, España, atraviesa nubes, Madrid, mi edificio, atraviesa techos, mi cabeza. Swooooshh.

Delante de mí, un monitor de 22 pulgadas panorámico. A mi izquierda en la mesa, un portátil encendido. Parezco Nacho Cano con tanto teclado delante, o el clásico friki pajero de películas tipo Tomb Raider. Llevo una hora depositado en mi silla con ruedas, bastante cómoda aunque con una insidiosa tendencia a vencerse hacia atrás (lo llaman respaldo abatible, pero también hubiera valido romperriñones) en la que se echan de menos reposabrazos, apoyacodos, algo para que no parezcas un guerrero derrotado durante 8 o 9 horas, en definitiva. ¿Cuál es la diferencia entre ignorancia e indiferencia? Ni lo , ni me importa. Los chistes sin ganas son como las poesías leídas por niños inseguros en el colegio.

Decía que se echaban de menos los sujetaantebrazos (me gusta inventarme nombres, ya ves) a los lados de mi silla. Especialmente para cuando te entra el sopor.

Da igual que no hayas dormido ni mucho ni muy bien como algunos días. Da igual que no te haya dado tiempo a desayunar por las prisas, o que hayas pillado atasco. Salvo algunas afortunadas personitas que van andando o montando en bicicleta al trabajo, convirtiendo así el comienzo de su jornada en una especie de gimkana impredecible, los demás somos carne de bostezo. Algunos tan largos que parecemos entregados tenores mudos, o boas ensayando para un festín.

Bostezo porque tengo cosas que hacer pero me resisto a empezar del todo. Por hacer tiempo para tomar un café, que dos tan seguidos no es sano y además dura poco. Bostezo porque me imagino que la gente a la que tengo que llamar o escribir un mail también está bostezando y me sabe mal interrumpir su despertar. Me estiro para ver si dejo de bostezar. Escribo en el blog para conjurar el hechizo de hastío que la bruja de la improductividad ha lanzado sobre mí. Zorra.

Bostezamos porque en realidad, no creo que nuestra esencia sea estar aquí. No es que no me guste mi trabajo, y valoro el trato con la gente. Tampoco me gustaría quedarme tirado permanentemente. Es algo más de base, es que no creo que lo natural para un animalito como tú y yo sea trabajar ocho o nueve horas para sobrevivir.

Es cutre la queja sin alternativas, de acuerdo. Podían inventar los trabajos por turnos. Veo al del fondo diciendo "ya existen!!". Trabajos rotativos. Un mes en un sitio, otro mes en otro con gente nueva y funciones nuevas. En realidad casi todos podemos hacer de todo, aunque nos guste identificarnos con la especialización. ¿No sería una buena herramienta antimonotonía? Este mes recojo la fresa, el mes que viene estoy en una empresa de márketing. El año pasado en verano me tocó poner daikiris en un chiringuito. Pues yo tengo unas ganas de ser Melchor este año en la cabalgata en Navidad... Y en primavera me voy a dar un curso de español al sur de Francia.

Hmmmmmmmmyaaaaum...

Bostezo sólo de pensar en ser contable. Las diez y media casi. El portátil tiene el salvapantallas activado. También podrían haberlo llamado despiertavagos o videochivato.

Voy por café. Si la silla tuviera aguantacúbitos sería más cómoda para levantarse, seguro.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Remind Me

Alucino con el vídeo musical Remind Me del grupo Royksopp. No tanto por la canción, que está bien, sino por la animación. Si alguno de vosotros diseña y ha trasteado con el pixel art alguna vez, os podéis imaginar las horas de trabajo que lleva ésto. Somos como hormigas...


jueves, 4 de septiembre de 2008

El bodorrio

Mi hermano se casa el día 20 de este mes, ¿os lo había dicho?

Mañana Viernes celebramos su despedida de soltero, con el plan más o menos definido pero con huecos suficientes para la improvisación y el fracaso, que es la cara B de la improvisación. Nosotros lo llamamos "preparación": cuando alguien la caga le decimos "la has preparado bien ¿eh?", o decimos "menuda preparación me han hecho en el curro..." Pues eso, estamos a tiempo de bordarla o prepararla por completo.

Pero eso es lo de menos, además me acabo de enterar de que voy a leer en la boda (ceremonia clásica, iglesia), pero que puedo escribir lo que quiera y leerlo allí, con traje y micrófono. O con traje y a voz en grito como en un teatro romano. No, no voy a hacerlo en latín, buen intento.

Me da un poco de miedo, sobre todo porque a más de la mitad de la audiencia no los conozco, y a la otra mitad los temo precisamente porque los conozco y veré sus ojitos clavados y un bocadillo de cómic de pensamiento (de los que se unen con bolitas al personaje) con el texto escrito: "Vas a lloraaaaaaaaaaaar...". Tendrá que ser bueno para que se fijen en lo que digo y no en cómo lo digo. Es una responsabilidad, porque no puedes dejar indiferente a nadie. Si lo haces muy mal nadie se acordará y la gente bostezará. Si lo haces demasiado bien la gente va a silbar al cura cuando me baje yo, jajaja. ¿Os imagináis en una boda, con la familia gritando "otra! otra!" como en los conciertos? Buscaremos el término medio aristotélico claramente.

Y también me hace ilusión, está claro. Espero que el blog me sirva de entrenamiento... ¿Lo hago cómico o lo hago sentimentaloide? ¿Lo hago formal o informal? ¿Notaré la mirada reprobadora del cura en la nuca o le mencionaré a él también el texto para que se sienta integrado?

Seguiremos informando, tengo un fin de semana por delante para escribirlo.

Todo lo que das

En el menú de la izquierda bajo "ocio actual" pone Cinematic Orchestra, que es uno de esos grupos que descubrí escuchando una radio por internet estupenda. Tienen una mezcla de instrumentos acústicos y sonidos electrónicos que empastan maravillosamente. Y cuando quieren usar voces, colaboran con una gran voz, como en esta canción, o más bien este tema, All that you give.





Cuando sea mayor quiero aprender a tocar el arpa y comprarme un contrabajo. ^_^

miércoles, 3 de septiembre de 2008

A las dos de la mañana

A las dos de la mañana las casas por dentro parecen más grandes, será porque caben muchos más sonidos en el silencio. Un momento, que me voy a liar un cigarrillo... Fumo de liar, la marca Old Holborn azul, el papel Smoking azul pequeño. Qué curioso, pensaba que era un tabaco inglés y me acabo de enterar -Google mediante, cómo si no- que lo fabrica una empresa inglesa que a su vez es parte de otra empresa tabaquera japonesa que se llama, oh sorpresa,  Japan Tobacco Inc. Esto es la globalización: un español se lia un cigarro de una marca con aspecto británico cuyos beneficios van a Japón. En este proceso de búsqueda y con las primeras caladas me he topado con unos pósters que hizo esta empresa, cuya finalidad me es imposible entender, pero con un diseño genial. Ahí os pongo mi favorito.



Son adorables estos japoneses. Aunque el cigarrillo del poster parezca un lanzacohetes. A lo que iba.

A las dos de la mañana arrugar una hoja de papel parece un atentado contra el descanso de la sociedad. Encender la tele te lleva instantáneamente a bajar compulsivamente el volumen, ¿qué fuerte está no? El desorden de una habitación parece resaltar más a las dos de la mañana, y la ventana del blog y la caja de texto para escribir parecen más grandes, esperan más de ti.

A las dos de la mañana te acuerdas del café que te tomaste tarde y de lo pronto que te quieres levantar al día siguiente. 

Swooooooooshhhhhhhhh... ¿Qué es eso? 

Un vecino ha hecho un pis nocturno, era la cisterna. Debe llevar unos pelos graciosísimos el tío. A lo mejor es el vecino que hace unas semanas llamó a mi puerta, sin conocernos de nada, con una escalera fabulosa bajo el brazo, una niña adorable junto al muslo y un señor sonriente tras el hombro. El señor sonriente era el portero, hola-encantado-no-te-conocía, y mi vecino de arriba se había dejado las llaves dentro de su casa. Me gustó su resolutividad: sin dudarlo un segundo bajó al bajo, valga la redundancia, esperó a que yo llegara, cruzó mi salón con el amasijo de hierros balanceándose, salió a mi terraza y con su hija vigilando subió por la escalera y entró por su ventana emulando a Spiderman. A mi me habría dado vértigo. Has quedado de lujo delante de tu hija, Lorenzo, pero por la cara que tenían has quedado fatal con tu mujer y suegra que están esperando en el portal y comentando que te has olvidado las llaves en tu segundo día en este bloque. A la niña, Sofie, dulce y francesa de unos siete años, le gustó la lámina de un metro de alto enmarcada de Ratatouille que hay en mi salón. Ella diría gatatuí, pero creo que me la he ganado para siempre.

Voy a bajar el volumen del ordenador no sea que ahora, al apagar el Windows, el sonidito despierte a Sofie. Y voy a terminar este post en tiempo real junto a mi piti y me voy a ir a dormir.

El móvil dice que tiempo restante para la alarma: seis horas y veinticinco minutos. A las dos de la mañana entra aire fresco y probablemente mosquitos por la ventana. Lo primero se agradece, a lo segundo se resigna uno.