Estimado director de informativos de cualquier-cadena-excepto-la-2:
Ya sé que me puede perfectamente mandar a tomar por saco con la clásica excusa de "me va a decir usted a mí cómo tengo que hacer mi trabajo" (igual de estúpida y manida que el "yo es que soy así"). Ya sé que yo ni soy periodista, ni tengo experiencia, que soy joven y no tengo ni pajolera idea de cómo funcionan las cosas.
Todo eso ya lo sé.
Aún así me permito hacerle llegar mi... mi... cómo decirlo suavemente... mi absoluto desprecio por la bazofia audiovisual que nos encasquetan día tras día bajo el ambicioso título de "noticias" o "informativos", "actualidad", o lo que sea.
Observo con asombro y asco a partes iguales cómo han derivado sus programas en auténticos resúmenes de sucesos. No me apetece hacer una estadística formal pero mi percepción, y creo no estar sólo en esto, es que la gran mayoría de las noticias empiezan por "Un hombre/mujer/niño/grupo de personas ha muerto hoy en...". Un poco de política local, un poco de deportes, un poco de moda o de algún remedio milagroso de la ciencia contra nuestras lorzas de más, y toneladas de sucesos.
Que no digo yo, ojo, que no sea interesante para algunos saber los detalles más escabrosos de todas las muertes no naturales del día (incendios, accidentes, ahogamientos, atropellos, accidentes laborales, errores médicos, et al.). Pero quizá no es taaaaaaaan interesante como para ponerlo en lo que llamáis prime time. Hace unos años eso se ponía en programas como Impacto TV y cosas así.
Ya sabemos que la gente se muere, tranquilos. Somos conscientes de los mil y un peligros que esconde la vida moderna. Pero aún así nuestra audacia, aderezada seguramente con una pizca de irresponsabilidad, nos empuja a (y enumero):
- Seguir saliendo a la calle, pese a la horda de ladrones, violadores y bandas callejeras que nos amenazan.
- Ir a los colegios o universidades, e incluso -oh dios- enviar a nuestros hijos a ellos, a pesar de los malos tratos, de las collejas letales grabadas con el móvil, de la aparición de siniestros seres humanos de piel más oscura y acento extraño en las aulas.
- Visitar médicos cuando nos encontremos mal, desafiando así los cientos de posibles errores médicos que nos van a dejar por lo menos jodidos el resto de nuestra vida.
- Usar cocinas de gas, a sabiendas de que esas patatas fritas pueden ser el preludio de una explosión subatómica.
- Comer boquerones en vinagre, pollo, huevos, carne de vaca y lo que nos echen, porque si hemos sobrevivido miles de años hasta hoy, confiamos en superar también el puto anisakis y todo bicho malo que mate a 4 personas en Indochina.
- Salir a la calle en primavera y, en los límites de nuestro valor, no empastillarnos contra la alergia salvo que sea algo realmente grave. Consideramos que podemos vivir con unos cuantos mocos, unos pocos estornudos, y si acaso un colirio para el picor de ojos.
- Seguiremos bebiendo agua del grifo y nos ducharemos todos los días, pese a sus continuas advertencias de una sequía general, persistente, omnipresente y maléfica, como la nada de la Historia Interminable. Curiosamente de momento no ha dejado nunca de salir agua de nuestros grifos, y curiosamente seguimos viendo en el mundo real miles de fugas de agua por las calles.
- Arriesgar nuestras vidas montando en aviones para ir a otros sitios y ver otros mundos (y de paso con suerte otras noticias), pese a la tonelada de detenciones, falsas alarmas y supuestos planes desbaratados para matar a todo bicho viviente.
Esperando que estas reflexiones no exentas de cierta ironía, disculpe usted, yo no tengo que ser políticamente correcto porque no me pagan, le devuelvan a la senda de la información y le cambien su papel de doctor del miedo por el de personita alegre, me despido.
Saluz!
P.D: Y ahora que veo como queda esto, chúpese usted esas florecillas para la lista con viñetas. Hubiera preferido balas, ¿eh?