viernes, 28 de marzo de 2008

Carta a los directores de informativos

Estimado director de informativos de cualquier-cadena-excepto-la-2:

Ya sé que me puede perfectamente mandar a tomar por saco con la clásica excusa de "me va a decir usted a mí cómo tengo que hacer mi trabajo" (igual de estúpida y manida que el "yo es que soy así"). Ya sé que yo ni soy periodista, ni tengo experiencia, que soy joven y no tengo ni pajolera idea de cómo funcionan las cosas.

Todo eso ya lo sé.

Aún así me permito hacerle llegar mi... mi... cómo decirlo suavemente... mi absoluto desprecio por la bazofia audiovisual que nos encasquetan día tras día bajo el ambicioso título de "noticias" o "informativos", "actualidad", o lo que sea.

Observo con asombro y asco a partes iguales cómo han derivado sus programas en auténticos resúmenes de sucesos. No me apetece hacer una estadística formal pero mi percepción, y creo no estar sólo en esto, es que la gran mayoría de las noticias empiezan por "Un hombre/mujer/niño/grupo de personas ha muerto hoy en...". Un poco de política local, un poco de deportes, un poco de moda o de algún remedio milagroso de la ciencia contra nuestras lorzas de más, y toneladas de sucesos.

Que no digo yo, ojo, que no sea interesante para algunos saber los detalles más escabrosos de todas las muertes no naturales del día (incendios, accidentes, ahogamientos, atropellos, accidentes laborales, errores médicos, et al.). Pero quizá no es taaaaaaaan interesante como para ponerlo en lo que llamáis prime time. Hace unos años eso se ponía en programas como Impacto TV y cosas así.

Ya sabemos que la gente se muere, tranquilos. Somos conscientes de los mil y un peligros que esconde la vida moderna. Pero aún así nuestra audacia, aderezada seguramente con una pizca de irresponsabilidad, nos empuja a (y enumero):

  1. Seguir saliendo a la calle, pese a la horda de ladrones, violadores y bandas callejeras que nos amenazan.
  2. Ir a los colegios o universidades, e incluso -oh dios- enviar a nuestros hijos a ellos, a pesar de los malos tratos, de las collejas letales grabadas con el móvil, de la aparición de siniestros seres humanos de piel más oscura y acento extraño en las aulas.
  3. Visitar médicos cuando nos encontremos mal, desafiando así los cientos de posibles errores médicos que nos van a dejar por lo menos jodidos el resto de nuestra vida.
  4. Usar cocinas de gas, a sabiendas de que esas patatas fritas pueden ser el preludio de una explosión subatómica.
  5. Comer boquerones en vinagre, pollo, huevos, carne de vaca y lo que nos echen, porque si hemos sobrevivido miles de años hasta hoy, confiamos en superar también el puto anisakis y todo bicho malo que mate a 4 personas en Indochina.
  6. Salir a la calle en primavera y, en los límites de nuestro valor, no empastillarnos contra la alergia salvo que sea algo realmente grave. Consideramos que podemos vivir con unos cuantos mocos, unos pocos estornudos, y si acaso un colirio para el picor de ojos.
  7. Seguiremos bebiendo agua del grifo y nos ducharemos todos los días, pese a sus continuas advertencias de una sequía general, persistente, omnipresente y maléfica, como la nada de la Historia Interminable. Curiosamente de momento no ha dejado nunca de salir agua de nuestros grifos, y curiosamente seguimos viendo en el mundo real miles de fugas de agua por las calles.
  8. Arriesgar nuestras vidas montando en aviones para ir a otros sitios y ver otros mundos (y de paso con suerte otras noticias), pese a la tonelada de detenciones, falsas alarmas y supuestos planes desbaratados para matar a todo bicho viviente.
Estimado director, lo lamento por sus anunciantes y por sus presentadores profidén, que narran la muerte de gente para acto seguido sonreír e introducirnos al estupendo mundo de la pasarela cibeles, pero yo, de momento, paso de sus programas.

Esperando que estas reflexiones no exentas de cierta ironía, disculpe usted, yo no tengo que ser políticamente correcto porque no me pagan, le devuelvan a la senda de la información y le cambien su papel de doctor del miedo por el de personita alegre, me despido.

Saluz!

P.D: Y ahora que veo como queda esto, chúpese usted esas florecillas para la lista con viñetas. Hubiera preferido balas, ¿eh?

jueves, 27 de marzo de 2008

Recuerdos

Leo un estupendo post en MyCharmSchool, Gafas de Niño, y descaradamente del suyo voy a escribir yo el mío hoy.

Ya he aprendido que para leer libros para niños hay que ponerse unas gafas especiales, que no son de pasta ni de sol, no, son gafas de niño, y una vez que te las pones el mundo tiene más o al menos distintos colores, los animales hablan y llevan corbatas y zapatos de tacón mientras los ”mayores” sólo saben decir no y “luego, ahora no es el momento”.


Yo defiendo que la literatura infantil se escribe para los niños pero la deberían consultar también los adultos a ver si así a través de las sutiles metáforas infantiles se acuerdan de compartir, perdonar, confiar en los demás, guardar un secreto, creer en algo… Aprender de todo, en definitiva.



Y me he visto a mí de pequeño leyendo toneladas de cómics, que han convertido en películas demasiado tarde, y multitud de libros ordenados por colores (Barco de Vapor azul, naranja, rojo... Los de Alfaguara color calabaza, etc.). Es curioso cómo he olvidado libros que me he leído ya crecidito y con qué precisión, en cambio, recuerdo muchísimos libros "de niños".

De la colección el barco de vapor recuerdo Un duende a rayas, Rabicún, Las aventuras de Vania el forzudo, Lumbánico el planeta cúbico, La hija del molinero, De profesión fantasma (uno de mis favoritos), El pirata Garrapata, Fray Perico y su borrico... ¿Qué clásicos, eh? También recuerdo mi adicción a la serie de El pequeño vampiro y un libro que he intentado recuperar mil veces desde hace años para releerme, Los guardianes (el del mundo en el futuro dividido entre urbes y vida de campo en plan siglo XIX). Para empezar y no parar...

Recuerdo ese momento definitivo en el que logré vencer mi resistencia a leer libros "sin dibus". Recuerdo ser aún más pequeño y hacer trampa y ver TODAS las ilustraciones antes de leerme el libro. Mmm... De aquellos tiempos he heredado la costumbre de leer la última frase, sólo la última, de cada libro cuando empiezo a leerlo.

Se me ha ocurrido que a lo mejor vivía más intensamente esos libros. De cada uno aprendías cosas nuevas (al menos palabras), y después de leerlo dibujaba a los personajes, ideaba disfraces de ellos que jamás llevaba a cabo (¿qué niño puede fabricarse un ataúd para dormir con la venia de sus padres?), jugaba a ser ellos.

No me imagino a un adulto diciendo "me pido el detective del Código Da Vinci!!!!"

Y vosotros, ¿algún libro infantil que merezca la pena recordar?

miércoles, 26 de marzo de 2008

Si tuvieras que elegir UNA canción...

Os propongo un juego. Supongamos que te obligan a escoger una única canción para poder escuchar el resto de tu vida. No la que más te gusta, sino la única que podrías escuchar una y otra vez.

Se me ocurrió el otro día, y después de darle unas cuantas vueltas creo que la única que reúne todos los requisitos es ésta.




Es Stairway to Heaven de Led Zeppelin, sí. La que no se podía tocar en Wayne's World en la tienda de guitarras. Y para mí una de las mejores de la historia. De mi historia por lo menos. Si os pican la curiosidad mis motivos, os diré que tiene tantas partes distintas, y es laaarga como para no aburrirte (y para los que toquéis algún instrumento... guitarras maravillosas, bajo estupendo, un batería genial y un cantante superdotado, por no hablar de esas atmosferillas como celtas de flautas, jejejeje). Mi otra finalistas era More Than A Feeling de Boston. Pero "el esterwei" me llegó con 16 años y sólo con ella aprendí a tocar la batería sin batería, escuchando e imitando sentado en mi cama como si estuviera tocando. Ah, que tiempos...

Por cierto, ¿sabéis de qué habla la letra? Si es una de esas satánicas me da igual, paso de Satán y en cualquier caso me llena mucho más la música que la letra...

P.D: Los que tenéis blog, seguidme el juego creando una entrada con vuestra elección y dejadla en los comentarios. ;)

martes, 25 de marzo de 2008

Reentré

- Qué pasa colega, ¿qué tal esas vacaciones?
- Pues bien tío, la verdad es que de lujo... -siempre había creído que la primera respuesta no debe ser el ladrillo completo, hay que dejar que el que pregunta te tire de la lengua. Así se distinguía el verdadero interés de la pregunta tópica, y se da una opción elegante al amigo para que cambie de tema o evite detalles innecesarios, divagaciones, circunloquios.
- Pero cuéntame algo, ¿viste muchas procesiones?

Aquello era para su verborrea como el disparo de una pistola para Carl Lewis, agazapado sobre la pista de atletismo. On your marks... Get set... ¡Go!

- Pues la verdad es que muchas muchas no, pero alguna que otra sí que vi.
- Son unos flipados, se ponen histéricos y tal ¿no?
- Bueno, en realidad son bastante silenciosas y bastante respetuosas, como mucho aplauden de vez en cuando. Los lloros son porque llueve y no pueden sacar su paso a la calle, llevan un año o más esperando para eso...
- Ya, eso sí.
- Además... -esto quería decirlo, su opinión de las procesiones había cambiado-. La verdad es que tiene su interés ¿eh? Que salen tropecientos soldados imperiales... estoooo nazarenos delante, durante y detrás del Cristo y la Virgen de tal. Y es la leche, hay algunas que están en la calle doce horas... Y patear descalzo doce horas por Sevilla no es moco de pavo. Como mínimo hay que tener un par de cojones.
- Está claro, pero a mí me parecen unos tarados.

No pudo evitar pensar que esa frase hace 300 años le habría llevado directo a la hoguera.

- Bueno para gustos los colores. De todos modos la ciudad estaba impresionante.
- Zevilla pa lo'h zevillanos, jejejeje -el acento sevillano con ceceo no le conseguiría un Oscar, pero le salió logrado.
- Sí, lo mismo pensaba yo, pero realmente la ciudad es impresionante. Sobre todo con veinte grados para patear, todo limpio como una patena, un ambiente genial... Todo el centro está arreglado, tienen de todo. Miles de sitios de tapas, restaurantes fashion para cuando te cansas de flamenquines... Nos tomamos una copilla en una "hidroterraza" en el Guadalquivir que era una pasada, al sol, meciéndote lentamente cuando pasaba un barco.
- Qué guapo -admito que las líneas del amigo que recibe el ladrillo no son demasiado brillantes. Básicamente podría decir "recibido" o "cambio" o responder con un "beep" como una aplicación informática bancaria. El mensaje, cristalino: sigue.
- Y los cabrones tienen Huelva a menos de una hora, Cádiz a menos de dos...
- ...
- Y luego el Viernes me fui a Campillos, un pueblo justo entre Sevilla y Málaga, en el que básicamente comí estupendamente bien y estupendamente tarde, y luego me dediqué a beber invitado en un bar, rodeado de la chavalería del pueblo, que había puesto el mismo interés en sacar sus mejores galas (con éxito dispar) que en emborracharse antes de las 20 y ver la gran procesión del pueblo.
- Jejejeje qué jefe.
- Y al día siguiente descubrí... -una sonrisilla antes de la broma avisa al interlocutor de que viene un momento cómico en el que puede relajarse. El alivio cómico es fundamental en un ladrillazo que se precie de serlo- Mi absoluto desconocimiento de la geografía española.


- Jeje, ¿por?
- Porque estuve en el embalse de Guadalhorce, y era una zona increíble, para nada lo que tenía asociado con Málaga...
- Claro, no eran Cachuli, la Pantoja, los traficantes de armas de Marbella, etc. ¿no? -al interlocutor se le permiten algunas bromas durante la recepción del ladrillo, aceptamos barco.
- Jajaja no no, para nada. Eran unos minipirineos, todo verde, agua... Incluso unas casas jipis excavadas contra la roca en El Chorro, un rollo muy chulo.
- ¿Y la compañía, bien, no? -señal clara: ve finiquitando colega.
- La compañía, como siempre, maravillosa. Y me enseñó a hacer albóndigas jejeje... el saber no ocupa lugar.
- Qué bueno, te lo has montado bien sí señor.
- Sí, ya sabes lo que siempre digo, una semana es lo mínimo que hay que coger, para que te de tiempo a que se te olvide que estás de vacaciones y creas durante un par de días que vives allí donde has ido...

Para otro momento quedó comentarle mi idea de usar los vídeos de procesiones que grabé con el móvil como buen turistilla, y hacer un montaje añadiendo la Marcha Imperial de la Guerra de las Galaxias para colgarlo en YouTube... Chan-chan-chan... Chaaaaan chacháaaaan.... Chaaaaan chacháaaaan... Va a quedar genial, ya veréis.

lunes, 17 de marzo de 2008

Lunes (con reuniones)

Video arreglado ;)

Os dejo la canción que venía escuchando en el coche esta mañana... Cierra los ojos y visualízate recorriendo carreteras de playa es un descapotable (o en su defecto con las ventanillas bajadas como hacemos los mortales). Os dejo con Chicane, y continúo con repaso a todos los estilos de música que me gustan. El próximo tendrá que ser Metallica jejeje. Es instrumental, y es progresivo. Dejad que se os meta por dentro.... :)



Chicane - Low Sun. El vídeo lo ha hecho algún amateur pero se lo ha currado con la música. Vamos, ignorad el vídeo y dejad la música sonando mientras hacéis otra cosa. ;)

Se me olvidaba... Me voy esta tarde de vacacioneeeeeees una semanita. Así que si no saco otro momento, estas son las últimas palabras en unos cuantos días. Nos leemos a la vuelta.

viernes, 14 de marzo de 2008

Viernes


No sé por qué pero me encanta esta canción desde que salió... Será el ritmazo de la batería... será la letra rarísima... Pero no puedo tener los pies quietos sobre el suelo.


Midnight... It's where the day begins... :)

jueves, 13 de marzo de 2008

Descubrimientos

El mundo está lleno de gente interesante. De pequeños escritores, de jóvenes con talento, de mayores que se resisten a convertirse en Mayores, de adultos que recuerdan su juventud y lejos de reírse de ella luchan con todas sus fuerzas por seguir identificándose con esa época. De gente anónima con muchas cosas que decir y pocos oídos que escuchen sin emitir un juicio...

Hablo de gente que escribe un blog, claro. O de esa gente aún más pequeña y anónima que comenta en los blogs de otros. Llevo una semana descubriendo perlas, frases, párrafos que leo y releo... Inevitablemente te preguntas ¿por qué la mayoría de la gente que tienes alrededor no es así?

Y luego piensas: bueno, a lo mejor sí son así, pero hemos hecho entre todos este mundillo falsete en el que hay cosas que no se hablan, hay abrazos que no se dan, besos que reprimes, frases sinceras que escondes por vergüenza, empatías que no reconoces.

Me chifla Internet. Hace diez años... Bueno, no es que este tipo de cosas fueran imposibles, pero eran complicadas. Ahora un amigo abre un blog, vas a leer, ves sus enlaces, abres un par de ventanas... Y normalmente en cinco minutos sabes si te gusta o no. Con los buenos vas leyendo entrada a entrada hacia atrás en el tiempo. Con los menos buenos, los guardas o memorizas y volverás pronto.

Es curioso la cantidad de gente con la que tienes cosas en común y lo descubres así, de la forma más tonta. Es alucinante ver a otras personas escribir, y escribir bien además, las mismas cosas que tú te has planteado miles de veces. Y también es genial leer algo escrito por alguien que ya conocías y ver algo más de esa persona, por mucho que pensabas que la conocías. Leer algo escrito por alguien es como poner la oreja y que te susurre su secreto.

Dicen que en realidad estamos todos conectados, de una forma así, un poco mágica. ¿Será eso?

Aprovecho para pedir un Premio Nobel, de lo que sea, para Tim Berners-Lee, el inventor de la WWW.

Gracias, Tim. :)

miércoles, 12 de marzo de 2008

Satisfacciones

Hay muchas cosas que causan satisfacción.

No me refiero a satisfacción física, no me refiero tampoco a esa satisfacción que sentimos cuando tenemos razón y se demuestra, y que se parece mucho más a la vanidad, ni tampoco a la satisfacción de pegarte un buen homenaje cuando tenías hambre, por ejemplo.

Me refiero a la satisfacción que se siente a veces por no haber hecho nada, por no haber conseguido nada concreto, esa que simplemente te llega. Como cuando de repente te llega "el buen rollo" y estás sentado en el mismo sitio, haciendo lo mismo que antes, que ayer y que mañana, y estás feliz. Puede ser noticia positiva de trabajo, o personal, o un plan interesante para luego, o leer uno de esos textos que empezamos a leer serios y terminamos con una sonrisa. Puede ser recibir un mensajillo en el móvil cuando no te lo esperas, con una frase cariñosa.

O puede ser la primavera, claro.

Leí en el libro de Punset de El Viaje a la Felicidad que a veces causa mayor satisfacción o felicidad, anticipar "algo" que llevarlo a cabo: planear un viaje más que estar de viaje, esperar nervioso a tu cita más que tenerla delante, ver por el cristal dentro del horno tu obra de arte más que darle el primer mordisco.

¿Que has abierto un segundo blog?

- Chico, lo tuyo es vicio...

Me quedo pensando y la verdad, es que después de casi dos años con el primer blog, ahora es cuando empiezo a verle la gracia de verdad. Quizá ha sido lo que he leído por ahí de que faltan orejas que escuchen, sobran voces que digan cosas... O quizá simplemente es egolatría, vanidad... O un lugar donde escribir, describir, comentar, dejar caer, apuntar, anotar y compartir las cosas que se te pasan por la cabeza.

El caso es que lo he hecho, y quiero que éste sea de buen rollito. A ver si lo conseguimos. ;)