lunes, 23 de febrero de 2009

Un viaje y dos reflexiones

El viaje. La semana pasada estuve en Bélgica. Ahora que no me oyen los belgas, puedo decir que estuve en Flandes, y así homenajeo y rememoro esos tiempos en los que nuestro país iba a los Países Bajos, valga la redundancia, y acuchillaba incendiaba y aterrorizaba a pueblos enteros. Estoy convencido de que si voy con un traje de época del Duque de Alba o de tercio hispánico, los belgas se cagarían encima sin saber muy bien por qué. Hay miedos que se atan a los genes y se perpetúan con la especie, como el de un ratón a un gato pasota o el de una mujer sola en casa a una cucaracha curiosa. Parafraseando a la chica, "la liamos parda" allí en su día, sí.

Fui a un curso como alumno, un training impartido por un inglés y una inglesa. Ellos, muy atentos, recondujeron y sometieron su acento diario para hablar en un inglés algo más estándar durante el curso. Durante la cena, el hombre en camisa educado del curso se medio transformó en un hooligan de Liverpool más orgulloso de ser inglés que el mismísimo Charles. Curiosos los ingleses, cómo cambiaba su acento. Y cómo debió cambiar también el mío, acompañándole con el vino como alumno aplicado. Buena gente el tal Ken. Y un francés me preguntó "¿por qué España gana en todos los deportes?" y me hizo sentir orgullosete. Me puse en su lugar, y claro sólo ven españoles que ganan su torneo de tenis año tras año, españoles que ganan su Tour de Francia, españoles que conducen su coche de Fórmula 1 y españoles que ganan la Eurocopa de fútbol. Le contesté educadamente que porque llevábamos cincuenta años sin ganar nada y ya nos tocaba. :)

La anécdota del viaje, que intentaré resumir sin conseguirlo, fue que tras la cena y las obligadas cervezas (Delirium Tremens, pero ni delirium ni gaitas) por el centro de Bruselas, nos repartimos en coches para volver al hotel, que estaba a las afueras. Yo me subí con un holandés y un medio francés en el Audio A3 de otro francés (qué rima más horrible). Seguíamos un Mercedes con dos franceses más y un GPS. Me relajé en mi asiento y soñé lúcido con mi cama, tras haberme levantado a las 5 de la mañana. Juro que estas rimas de mierda son casuales.

Total que un momento dado la calle que seguíamos trazó un rodeo, un giro a la derecha, lo que aquí llamamos "una raqueta", y el Mercedes con GPS no lo hizo y nuestro coche por copiota, tampoco. Y nos metimos en una zona de calle sin asfalto (es decir, como 15 cms más baja) pero con las vías del tranvía intactas. Ni que decir tiene que el golpe y posterior ruido bajo el coche, como si un león mecánico estuviera afilándose las uñas con el A3, fue de aúpa. Mira que le dijimos "oye nos bajamos del coche, nos bajamos del coche, que pesamos mucho..." pero el francés con nombre árabe impronunciable dijo que no, que si había pasado el Mercedes él no iba a ser menos.

Y pasó, pero se dejó algo en aquel agujero porque su coche sonaba raro. Perdimos al del GPS sin batería, y cansados de dar vueltas paramos el coche para comprobar que tenía incontinencia de aceite. Básicamente se le había roto lo que fuera e iba chorreando aceite negro. A las doce de la noche. Perdidos por Bruselas. Yo me lié un piti y aprendí un par de tacos en francés, pensando que yo me habría cabreado mil veces más. Habría invocado al Duque de Alba y me habría cagado virtualmente en toda la región y parte de Francia y Holanda por lo menos.

Tuvimos que dejar el coche en un parking cercano con la única guía de un cartel cutre que decía "Hotel Goesset, pallá". El pallá era una flecha, que indicaba hacia dónde pero no por cuánto. A 1 grado bajo cero y escuchando el traqueteo del trolly del francés accidentado mientras pasábamos por unas calles despobladas con camiones aparcados a los lados, nos preparamos todos para una larga caminata... hasta que vi a lo lejos el cartel del hotelito y estallamos de júbilo contenido. Nunca un español un holandés un francés y un marroquí/francés estuvieron tan en sintonía en la historia de Europa. Seguro.

Mi viaje terminó con un cartel que decía "KISS AND DRIVE" en la terminal de salidas del aeropuerto de Bruselas, justo antes de la zona donde se bajan los pasajeros. Deberían ponerlo en Barajas, en lugar de tener a un pobre policía recorriendo 100 metros arriba y abajo amenazando con su libreta de multas. "Achuchón y tira", o "Besito y palante", o directamente "NO OS MOLÉIS CON LAS DESPEDIDAS". El que pensase lo de Kiss and Drive tiene mi anónima admiración. ¿No sería guay que un familiar suyo de Erasmus en España leyese este blog y se lo dijera? :)

Primera reflexión. Tras pasar dos días con personas de Francia, Holanda, Bélgica, Marruecos e Inglaterra, y compartir training, comidas, charla casual, historias de trabajo y conversaciones sobre deportes, he llegado a una conclusión. En el mundo hay dos bandos. El bando de los que crean y el bando de los que destruyen. Los que ven sobre todo el reto en cada dificultad y los que ven todo dificultades en cada reto. Los que gastan sus energías en quejarse antes de intentarlo, tan apegados a su ego que no pueden aceptar no tener razón, frente a los que saben que se resolverá, aunque aún no sepan cómo. Esa es la única diferencia entre las personas. El ejército de la noche y el ejército del día. Y de esa guerra global derivan las pequeñas escaramuzas que tenemos en el trabajo, en la cola del pan, en el coche, en el día a día. No puedo explicarlo mejor que esto, excuse moi.

Segunda (y menor) reflexión. El domingo se ha convertido, debido a la pereza y la desgana imperantes durante los otros seis días de la semana, en mi día de labores domésticas, por lo general retrasadas. Ayer tuve una reflexión interesante tras guardar toda la ropa que había huído del armario, limpiar el escritorio, la pantalla, los altavoces, el teclado, el teclado (de música), guardar la guitarra, tirar papeles, pases, tickets y cientos de mini hebras de tabaco. Y se resume en:

- ¿Cómo sabes que eres una persona desordenada?
- Porque el día que te da por ordenar, recoger y/o limpiar te quedas como si hubieses asistido a Yoga, Tai Chi, meditación trascendental y fumadero en Jamaica.

En serio, sabes que eres desordenado porque ordenar te deja sedado y relajado. Y seguro que si lo hiciera muy a menudo se perdería el efecto. La magia de las primeras veces, supongo.

viernes, 6 de febrero de 2009

Fired up!

No, no me han despedido ni me he autodespedido. Es el título de esta canción de Glen Anthony Henry, que es el cantante soul americano que podéis ver abajo, y que ha grabado un disco con un productor español. Si puedes escuchar los primeros 40 segundos sin mover cabezas, pies, hombros o rodillas (y lo normal es que sea una combinación de varias), es que eres sordo. Feliz finde y un recuerdo cariñoso para los meteorólogos y su alto porcentaje de éxito en las predicciones, del nivel de las de la bruja Lola. No hay nieve chicos, cuando la avisáis no nieve y cuando calláis esto es Laponia... ¡Uh! :)