miércoles, 1 de octubre de 2008

Gepensioneerd

Si me llegan a decir hace un par de años que hablaría por el Messenger con ella, yo en el trabajo y ella en casa, me habría parecido imposible. Y sin embargo ahora, aún en el trabajo a punto de irme a mi casa, la veo conectada y me saluda, con faltas de ortografía de vez en cuando debidas a que tiene unas uñas larguísimas y perfectas, según se encarga ella misma de explicar. Tuvo una boda hace una semana, de ahí ese detalle afrancesado que remata sus dedos.

Esta chica, convertida ya en señora, nació en Amsterdam hace unos cuantos años ya. Siendo miembro de una familia numerosa se fue a vivir de pequeña a Surinam, antigua colonia holandesa. Su padre era músico, organista de iglesia, un artista. De su casa en Surinam, de estilo colonial propiamente dicho, recuerda que había miles de insectos y que tenían monos en el jardín. Cuando se acercó a los dieciocho años, cogió un avión, dejó atrás a los monos y cruzó el Atlántico para volver a Holanda y vivir con una tía suya. Estudiaba desafiando al frío con su bici en invierno y después se puso a trabajar. Conoció a un español, emigrante sesentero de los que recorrieron Europa para buscarse un futuro y de paso huir del servicio militar franquista. Se casaron, y fue ella la que dejó todo y se fue a vivir a España, que entonces estaba gobernado por una dictadura militar, no olvidemos. El universo no conspiró para que tuviera una hija, tuvo dos chavalotes que, como la mayoría de los hijos, seguramente no le han devuelto ni el diez por ciento de lo que ella les ha dado durante años.

La semana pasada dejó de trabajar, prejubilada, después de treinta y cuatro años en la misma empresa. Has leído bien. Treinta y cuatro años en el mismo trabajo... Han pasado jefes y personas a su lado pero ella ha seguido allí. Estudió taquigrafía en su día (eso que misteriosamente teclean a toda pastilla durante los juicios en las películas para registrar todo lo que se dice y que usa símbolos para representar palabras... una cosa imposible vamos), y a lo largo de estos años el ordenador y el Outlook desplazaron a la agenda de cuero, los infinitos archivadores de oficina y a la máquina de escribir Olivetti con dos cintas, negra y roja.

Debe dar vértigo reajustar tu vida después de treinta y cuatro años haciendo lo mismo. Yo no soy capaz de imaginármelo. Nosotros, que nos quejamos cuando estamos tres meses sin hacer un viaje o cuando un jefe estúpido no nos paga lo que creemos que nos merecemos.

Ahora saber holandés, español, inglés y bastante alemán no le hace falta. Ni tener memoria fotográfica para los cumpleaños y todo tipo de detalles. Ahora se levanta muy pronto, porque el cuerpo tarda en perder las costumbres, y cuando tiene un rato o le apetece o se aburre se conecta al Messenger y habla con uno de sus hijos que está trabajando y le aclara que comete faltas de ortografía en una lengua no nativa para ella porque tiene uñas francesas que chocan con el teclado del portátil. ¿No es adorable?

Una casa para ti sola en un país extranjero con dos hijos independizados y tu marido aún en activo puede ser difícil. O puede ser genial. Creo que será lo segundo, y espero que los demás estemos como mínimo a la misma altura a la que ha estado ella estos últimos treinta y cuatro años.

No me gusta la traducción de jubilado al holandés. Gepensioneerd lleva implícita la pensión, una connotación de dependencia. Menos mal que desde hace años y años, por la noche sueña en español.

8 comentarios:

ALMAGRISS dijo...

Tu post rebosa admiración por ella... qué suerte tener una persona a la que admirar tanto, y que suerte para ella tener a alguien que la admire de esa manera... Ciertamente una vida interesante... y amí tampoco me gusta mucho la palabra gepensioneerd... me gusta más jubilado (suena a júbilo, ¿no crees?)
Un beso

Charlie dijo...

No me había parado a ver lo de júbilo, qué bueno. ;) Sobre la admiración, lo peor es que creo que normalmente a ella no se lo demuestro, no sé por qué somos así.

Un beso!

Agusss dijo...

Has clavado lo que sentimos muchos....admiración y rabia a cierta edad por no habernos dado cuenta antes. Creo que con que le dejes leer esto entenderá en que grado valoras lo que ha hecho. Y les hace más grandes saber todo esto aunque no se lo hayamos dicho. Felicidades por la gran vida antes de la pre"júbilacion" y ... aún estamos a tiempo de demostrarles, hagámoslo!
Jugón Charlie!

L o L i T a dijo...

Supongo que tienes razon, quizás a ella no se lo demuestras tan claro y alto como lo escribes. Pero ella empieza una nueva etapa y creo que esta puede ser tb una nueva para ti con ella. A veces hace falta perspectiva para ver los errores y a más de una madre se le saltarian las lágrimas de orgullo de leer algo así de su hijo.

Es precioso lo que has escrito ;)

Ramón de Mielina dijo...

Bonito! :-)

Anónimo dijo...

gefeliciteerd de mi parte!
no hay mayor alegría que recuperar el tiempo de una vida que has tenido que dedicar a trabajar. después de unos años, te la devuelven toda para tí! y ya eres lo suficientemente sabi@ como para saber aprovecharla.

Charlie dijo...

Jejeje gracias chic@s, me vais a obligar a mandar a mi señora mater el enlace pese a mis reticencias.

Y luego por supuesto vendrán las preguntas: ¿Lolita es Lolita? ¿Y quién es almagriss? ¿qué hace toda esa gente ahí? ¿Y esa chica que sabe holandés?

¡Tened en cuenta que las madres son armas de doble filo! ;)

Debster dijo...

Que bonito y que emotivo ;)